Los rostros de la resistencia: Las Mujeres en el Holocausto
Irena Sendler (1910 – 2008)
Irena Sendler, Justa entre las Naciones, nació en Otwock, Polonia. Su padre fue un médico con perspectiva socialista cuyos pacientes pertenecían principalmente a la población judía de la ciudad. Inmediatamente después de la invasión de Polonia, Irena se unió al esfuerzo de ayuda judía, distribuyendo alimentos, cuidando huérfanos y brindando ayuda financiera a judíos cuyas propiedades habían sido confiscadas por los nazis. Durante la ocupación, Irena trabajó en el Departamento Social de la Ciudad de Varsovia y, en este cargo, se le otorgó un permiso especial para visitar el Gueto, supuestamente para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Durante sus visitas al Gueto, llevaba una Estrella de David en su brazo como muestra de solidaridad y proporcionaba ropa, medicinas y dinero a muchos judíos. Irena logró reclutar a otros polacos para sus esfuerzos de ayuda en el Gueto, especialmente mujeres.
Cuando se estableció Zegota, el Consejo de Ayuda a los Judíos en Polonia (un grupo polaco clandestino que operaba durante la era del Holocausto en coordinación con el Gobierno Polaco en el Exilio en Londres), fue natural que ella se uniera a la organización. Irena se especializó en sacar de contrabando a los niños del Gueto y encontrarles refugio seguro con familias no judías en la zona. Cada uno de sus colaboradores tenía como responsabilidad un número de cuadras de edificios donde se habían colocado niños judíos. Irena misma fue responsable de aproximadamente diez departamentos donde se escondían judíos. Para localizarlos después de la guerra, registró los nombres de todos los niños que sacó del Gueto y la ubicación de sus escondites, y guardó la lista en su jardín.
En octubre de 1943, Irena fue arrestada por la Gestapo. A pesar de ser sometida a torturas, se negó a proporcionar a sus interrogadores la información que buscaban y fue sentenciada a muerte. A cambio de un soborno que pagaron sus amigos a la Gestapo, fue liberada el día en que se suponía que sería ejecutada. Sin embargo, según los tablones de anuncios públicos, se informó que ella había sido en efecto, ejecutada. Irena reanudó su trabajo de forma clandestina, ya que ya no podía ser vista en público. En 1991, Irena fue nombrada ciudadana honoraria del Estado de Israel. Falleció en Polonia en 2008.